Si el presente es de medios rotos, el futuro nunca va a ser nuestro.

Estamos en guerra. Virtual, física, mental y a su vez silenciosa. Planteo el silencio, en congruencia a como sabe colarse tal conflicto por los poros de nuestra vitalidad, convirtiendo la realidad en ficción y los medios de comunicación en des informantes. Increíble, ¿verdad?, pero este palo en la nuca de periodistas trajeados y señores que casi parecen de élite en cuestión de noticiarios, casi que no nos permite hacer una buena digestión.
Y me atrevo al 'casi' porque continuamos en constante búsqueda de aquello que existe pero que no permite ser mostrado, para que al fin de cuentas la escritura se apegue a lo honesto y despertemos de esta temible pesadilla.
Entonces, yendo por este sendero de la genuina palabra, un grupo de pibes de nacionalidad uruguaya, quienes al tiempo se convierten en la banda No te va Gustar, amantes de la música que sale de instrumentos y a su vez buscadores de contar historias, eligieron surfear las olas de una canción, algo inusual para algunos y de chillido insoportable para otros.
Parafraseando "Dispuesto a fingir frente a la cámara tres. Total lo que digamos está bien, o al menos desde arriba, ya me dieron el okay", en un tema de uno de los discos más viejos de la banda titulado "El camino más largo", dieron nacimiento a 'En el mismo canal', contemplando un uso dialéctico pero relevante en el discurso, apoyando el destierro de este comportamiento y anhelando su destitución.
Si mi fuente es dudosa, como la canción emana, pero yo cuento que digo la verdad: ¿podemos, entonces, saber quién está siendo engañado? ¿soy yo? ¿es quién me informa? ¿quién responde ante estos interrogantes?.
Emiliano Brancciari, compositor y cabeza de la banda, da lugar a una votación a la hora de escribir su letra. Esa es la verdadera grieta. La firma y el sello que cada quien le pone a un asunto inconcluso como lo es este.
Votamos el punto y coma. Votamos no entorpecer -más- el futuro.
Resulta entonces que a la misma hora y por el mismo canal, cada 4 años, para saber y entender; para leer y no saber hablar; para resolver el crucigrama donde la comunicación convertida en medio cree habernos hecho un jaque mate… nos vemos. Todos.

Florencia Caruso